Bento o la nouvelle cuisine llevada a nuestro popular y querido tupperware. Se acabaron los grises y aburridos tuppers de lentejas, croquetas o tortilla para comer fuera de casa. Y es que estos japoneses están en todo. Vuestras caras se iluminarán con una sonrisa cuando os dispongáis a devorar el delicioso y divertido Bento preparado en casa con todo el cariño.
Bento es la palabra japonesa para denominar porciones individuales de comida para llevar. El bento tradicional consiste en arroz, pescado o carne con acompañamiento de vegetales. Los "tupper" en cuestión van desde contenedores de diseños imposibles hasta delicadas cajas lacadas talladas a mano. En Japón son muy populares y hay establecimientos dedicados a la preparación de estas delicatessen para llevar; pero lo habitual es prepararlos en casa invirtiendo considerables dosis de mimo y cariño.
Que nadie piense que esto es una moda reciente. Los orígenes del bento se remontan , ni más ni menos, que al periodo Kamakura (1185 al 11333) cuando se constata por primera vez la existencia de una especie de "comida para llevar" consistente en (como no) arroz cocido y almacenado en bolsitas denominado hoshi-i). Al periodo Azuchi-Mommoyama (1568 al 1600), pertenecen las primeras cajas de madera lacadas preparadas con comida para llevar a fiestas de te.
Durante el periodo Edo (1603-1867) la cultura bento se extiende, volviéndose más refinada. Numerosos libros de cocina con recetas sobre cómo cocinar, empaquetar y qué bento preparar según la ocasión son publicados en este momento
En el periodo Meiji (1868-1912) se despacha el primer bento en una estación de tren(denominado ekibentō) . Se cree que fue en el 16 de Juilio de 1885 en la estación de Utsonomiya . Contenía dos onigri y takuan envuelto en hojas de bambú.
A principios de siglo el bento empieza a caer en desuso, volviendo con fuerza en los 80 con la aparición del microondas, las cajas de plástico y las producciones en masa. Hoy en día el bento está muy extendido en los lugares de trabajo, almuerzos escolares y excursiones familiares.
En definitiva, una forma de quererse un poco más preparando un almuerzo consistente en zanahorias con caritas, arrozes sonrientes, conejitos de lechuga o huevos cocidos en forma de corazón y estrellas que se convierte en una especie de celebración floral con los bento. Alimento para el cuerpo y para el espíritu. Una experiencia que no se puede dejar pasar.
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