lunes, 2 de diciembre de 2019

Los Beatles que amo

Beatlemaníaco

Lo confieso: soy beatlemaníaco desde muy tierna edad. En el Metro, para sonrojo de mi señor padre, solía cantar a voz en cuello "Submarino Amarillo", en la versión que hicieron los barceloneses Mustang en el mismo año 1966. A  eso de los 10 años, ya separados los "fabulosos cuatro", tenía (en musicassettes de cinta magnética y algún que otro vinilo pequeño) toda la discografía oficial del grupo, incluídas las caras B de sus discos sencillos, que no eran especialmente fáciles de encontrar si eras un niño en aquella España tardofranquista. Hasta la adolescencia no oía más que a los Beatles, con la machacona insistencia que muestran los críos, capaces de ver y escuchar sin fin sus películas y canciones favoritas.
Luego, mis compañeros de colegio y mis primos mayores fueron abriéndome las orejas a otras sensaciones sonoras, y sufrí la evolución típica de mediados/fines de los 70: bandas de súper-dinosaurios del prog-rock y el rock duro como los Pink Floyd post-psicodélicos, Genesis, Yes y Deep Purple, y figurones del rock de estadio como Queen.
Finalmente descubrí el punk y la new wave, caí del caballo como San Pablo y vendí casi todos los discos que contenían canciones de más de tres minutos. Pero ahí siguieron los Beatles, en segundo plano, sin acabar de ser sepultados por los Pistols, Clash, Damned, Jam, Buzzcocks, etc.
Han pasado muchos (MUCHOS) años desde aquello, y siempre vuelvo al cuarteto de Liverpool. Debe de ser cosa de la madurez y la  nostalgia, agravada por las continuas reediciones en versión extendida de sus álbumes.

Paul is Dead?

Gracias a esa maravillosa enciclopedia de verdades, mitos y mentiras que es Internet, hay tardes que paso navegando por webs de sesiones fotográficas poco conocidas de los Beatles, desmenuzando cronologías de las grabaciones de sus discos, o contemplando videos de actuaciones en directo o en play back. Inevitablemente, más tarde o más temprano aterrizo en alguna de las páginas que algunos frikis conspiranoicos dedican a la teoría de la muerte del Paul McCartney original y su reemplazo por un doble.

Una de las muchísimas composiciones y montajes de este estilo que pueden encontrarse en la red.

Destilando la información de estas webs, la teoría es como sigue: el 11 de septiembre de 1966, un par de semanas después de las últimas giras mundiales del conjunto, Paul McCartney tuvo un accidente de tráfico y falleció a consecuencia de las heridas sufridas. Tras unas horas o días de confusión y pánico, el resto del grupo y sus representantes decidieron mantener la noticia en secreto, reclutaron a un músico de bastante parecido con Macca (apodo de McCartney), y resolvieron seguir como si nada hubiese pasado. Con el abandono de las giras, no había una presión excesiva por reaparecer en público. A corto plazo, los integrantes del grupo se tomarían un descanso de la música, y, más adelante, se vislumbraba una prolongada entrada en los estudios de Abbey Road para grabar un nuevo disco que superase en lo musical al brillante Revolver (el Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band, vamos). Todo ello habría venido de fábula para reparar la tragedia: había tiempo para someter al nuevo integrante a unas operaciones de cirugía estética, para perfeccionar su estilo musical a puerta cerrada, y se podía cambiar la imagen de la banda para favorecer el cambiazo (diferentes cortes de pelo, bigotes y ropajes más psicodélicos y estrafalarios).
Las "pistas", bien sean disecciones de fotografías del McCartney "original" comparadas con fotos del "usurpador" post-septiembre del '66, bien las que los Beatles supervivientes dejaron, en fotos, canciones y declaraciones reales o supuestas, no tienen desperdicio: basta que tecleéis "Paul is dead" en Google, y dejad que fluya la magia.
Pues bien: no concedo demasiado crédito a esa leyenda, pero debo admitir que hay ciertas cosas que parecen indicar que, de alguna manera, el Paul McCartney original fue cambiando en la segunda mitad de los 60, y que, en cierto sentido, podemos hablar de su muerte... figurada, paulatina, y en los corazones de sus compañeros y amigos beatles.

Historia arcaica (resumida)


James Paul McCartney fue el segundo miembro de los Beatles: fue fichado por John Winston Lennon (el fundador del grupo) el 6 de julio de 1957. Y desde entonces hasta 1970, fecha del anuncio de disolución de la banda, fueron amigos inseparables. ¿O no?

Los Beatles en la época de las actuaciones en Hamburgo (ca. 1961), con Pete Best aún en los tambores.
Pues lo fueron, o eso dicen las crónicas, desde este encuentro inicial entre Lennon y McCartney, pasando por las incorporaciones en la banda de George Harrison en 1958, y de Stuart Sutcliffe y Pete Best en 1960, por los conciertos en garitos de putas y marineros borrachos en Hamburgo (1960-1962), y por la llegada del manager Brian Epstein, la muerte de Stuart, el rechazo de la discográfica Decca, la expulsión de Pete y el fichaje de Ringo Starr, y el contrato con Parlophone (EMI) en 1962. A partir de 1963 llegaría la beatlemanía, las giras, las películas, etc...

Ya con Ringo Starr, abandonadas las cazadoras de cuero, en 1962.

 

La beatlemanía


Como puede verse en el documental Eight Days A Week, en el período 1963-1966 los Beatles entraron en una dinámica de locura desatada de conciertos sin fin, apariciones televisivas, entrevistas, sesiones de fotos, rodaje de dos largometrajes (A Hard Day's Night en 1964 y Help! en 1965), y todo ello salpicado de grabaciones en estudio en los espacios muertos. La folie. Con todo aquel ajetreo, uno no sabe cómo se las apañaron para tomarse algún día libre ni componer canciones. En tres de los siete discos de larga duración grabados en este período TODAS las canciones eran originales suyas, y además había singles no incluidos en los primeros que solían ser canciones "made in Lennon/McCartney": desde She Loves You a Rain.


Pensad que estos cuatro "cabezamochos" (mopheads) vivían en aquellos años de las giras entre hoteles y aviones. Compartían habitaciones, desayunos, cuartos de baño, taxis... Normalmente, tanto roce termina haciendo que la cosa salte por algún lado, pero, sorprendentemente, ellos siguieron juntos y la imagen que el público tenía era la de cuatro melenudos talentosos, ocurrentes, divertidos e inseparables. Hasta Mick Jagger reconocía años después que en aquella época los Beatles eran "el monstruo de las cuatro cabezas JohnPaulGeorgeRingo".


En 1963, a estos cuatro liverpulianos la popularidad les resultaba fascinante y novedosa. En 1964, con la irrupción en Estados Unidos, las cosas escalaron un orden de magnitud.


Para 1965, todo iba endiabladamente deprisa, y, aunque parecía que el asunto se les iba de las manos, el establishment los acogió formalmente en sus filas. El 26 de octubre de ese año, la reina Isabel II les entregaba la orden MBE (Member of the British Empire), lo que motivó airadas protestas de anteriores receptores de la condecoración. Pero, lejos de acomodarse, estaban evolucionando, musicalmente hablando.


Por esta época los miembros de la banda habían ido cambiando sus lugares de residencia: John Lennon, George Harrison y Ringo Starr, buscando apartarse del bullicio de las giras en los pocos momentos en que descansaban en su Inglaterra natal, se habían establecido con sus parejas y familia a las afueras de Londres. El más cosmopolita Paul McCartney, que vivía en la capital del imperio, en una habitación de la casa familiar de su novia pija, la actriz Jane Asher, asumió el papel de  "ojeador" de las nuevas tendencias que brotaban por doquier en el swinging London. Y así fue convirtiéndose en el impulsor de la evolución musical de los Beatles.

Los ramalazos folkies dylanianos de Beatles For Sale (1964) y Help! (1965) dieron paso a las primeras incursiones en la proto-psicodelia de Rubber Soul, un álbum pop-art publicado el 3 de diciembre de 1965 que quizás fue su primer disco fundamental.

La foto original de Robert Freeman que se usó en la portada de Rubber Soul, sin recortar ni distorsionar. Vaqueros y chupas de ante para cuando no estaban de gira.

1966: el año decisivo 

 

Después de realizar un tour por el Reino Unido, a primeros de 1966, por primera vez en los tres últimos años, los chicos se tomaron unas vacaciones largas. Las necesitaban. 

John Lennon y Ringo Starr, parece que jugando al Monopoly cerca de la piscina en sus vacaciones previas al Revolver.
En marzo de 1966, tras un viaje a Suiza, Paul McCartney y su churri Jane Asher se fueron a vivir a la nueva mansión del primero, en el nº 7 de Cavendish Avenue, Londres. Macca abandonaba por fin la casa de su novia, y de paso la arrancaba de las garras de sus suegros.

Entre abril y junio de 1966 los Beatles se metieron nuevamente en los estudios de Abbey Road e invirtieron más de 200 horas en la grabación del espectacular Revolver, un disco ya claramente psicodélico y adelantado a su tiempo (escuchar Tomorrow Never Knows a todo volumen va a seguir poniéndome los pelos como escarpias hasta el día en que pase a criar malvas).




Aquí es donde encontramos los primeros atisbos de crisis personal entre McCartney y el resto de la banda, en especial con Lennon y Harrison. George tuvo que ceder la guitarra a Macca en Taxman, la formidable composición del benjamín de los Beatles que abría el disco. Parece que Harrison no estaba fino con las seis cuerdas ese día, y el bajista tuvo que hacer el solo guitarrero, cosa que al autor de la pieza no le hizo demasiada gracia. George obtuvo posteriormente una pequeña "venganza" cuando tuvo que encargarse del bajo, además de la guitarra, en I Want to Tell You. En esta ocasión, el bajista principal de la banda no pudo hacerse con el complicado compás 5x4 de la canción, y, a regañadientes, tuvo que dejar su instrumento a Harrison. Finalmente, durante las sesiones del último tema en ser grabado, el She Said She Said de John Lennon, las discusiones alcanzaron un tono que hizo que McCartney abandonase el estudio y no participase en la grabación de la canción. Quedaban dos días para iniciar las giras finales.

La imagen de los Beatles en la época del Revolver era ya bastante diferente de la de los uniformados chicos en blanco y negro de la beatlemanía.

Los bolos del verano del 66 incluyeron algunas de las actuaciones más alejadas geográficamente de la carrera de los Beatles. Y fueron las más controvertidas. En Filipinas dieron plantón al dictatorial matrimonio Marcos, y hubieron de salir por patas al aeropuerto perseguidos por incondicionales del régimen. En Japón actuaron en el sagrado Budokan, con las previsibles protestas de los tradicionalistas. Nada de ello les granjeó especiales simpatías entre los más chapados a la antigua de aquellos exóticos países.

En Japón, verano de 1966.

Para colmo, en EE.UU. habían causado gran revuelo unas declaraciones realizadas por John Lennon en Inglaterra en la primavera anterior,  en las que afirmaba que los Beatles eran "más famosos que Jesucristo", y Lennon tuvo que estar justificando esas declaraciones en varias entrevistas realizadas en agosto durante la gira estadounidense. Muchos ultraconservadores se dedicaron a quemar discos de los Beatles, y no fueron pocos los fans más religiosos que dieron la espalda al grupo.




La última actuación en vivo y pagada de los Beatles tuvo lugar en Candlestick Park, el estadio de los San Francisco 49ers, EE.UU., el 29 de agosto de 1966. Un detalle curioso, si os fijáis en las fotos y videos del evento, es que George Harrison no llevaba los clásicos botines que formaban parte del vestuario oficial del grupo en los bolos, y en su lugar se calzó unos mocasines sin calcetines mucho más chic (no en vano era el dandy del grupo, casado como estaba con la modelo Pattie Boyd).


Foto de Jim Marshall. The Beatles, Final Concert in Candlestick Park, San Francisco, 1966

Cuando por fin se metieron en el avión de vuelta a Inglaterra, Harrison soltó aquello de "¡por fin he dejado de ser un beatle!".

Zoom a la parte interesante


Los Beatles pasaron los meses siguientes a su regreso de EE.UU. (septiembre a noviembre de 1966) haciendo su vida principalmente por separado.

 

John Lennon: cine y un nuevo amor


El 5 de septiembre, John Lennon, acompañado por Neil Aspinall, asistente de los Beatles, viajó a Celle, Alemania, para participar en el rodaje de How I Won the War de Richard Lester. Allí estrenó un look diferente, con el cabello más corto y las "gafas de abuelita" que se convertirían en su rasgo más destacado desde entonces.

El corte de pelo de John Lennon en Celle. El cabello cortado fue quemado para evitar que se especulase con él.

Acabada la fase alemana del rodaje, Lennon salió hacia España con Aspinall el día 15 de septiembre. Antes de entrar en nuestro país, ambos se detuvieron en París el fin de semana del 16 al 18 para reunirse con Paul McCartney y Brian Epstein, suponemos que para planificar los próximos pasos de la banda.

John Lennon en Carboneras. Véase detrás de él a un benemérito miembro de la Guardia Civil, montando guardia en el rodaje.

En Carboneras, Almería, Lennon conoció al profesor de inglés Juan Carrión, que se presentó en el set de la película para intentar convencer a Lennon de la necesidad de incluir las letras de las canciones en los siguientes discos de los Beatles. De paso, el profesor pudo escuchar en primicia una de las primeras versiones de Strawberry Fields Forever (como se cuenta en el libro Juan & John de Javier Adolfo Iglesias y en la película Vivir es Fácil con los Ojos Cerrados, de David Trueba).




El 4 de octubre (ver más abajo) Lennon recibió la visita de Ringo Starr y su esposa Maureen, con quienes celebró su 26º cumpleaños.

Las siete semanas de rodaje de How I Won de War en Almería tocaron a su fin el domingo, 6 de noviembre de 1966. El día 7, lunes, John Lennon regresó a Inglaterra.

El 9 de noviembre John Lennon conoció a la artista de vanguardia japonesa Yoko Ono en una exposición de la obra de ésta en la galería de arte londinense Indica (lugar que conocía por Paul McCartney y sus "progres" amigos desde el año anterior). Parece ser que fue un flechazo casi instantáneo, que acabaría con el matrimonio de Lennon con Cynthia Powell un par de años más tarde.
Hay cierta confusión con este episodio. Otras fuentes hablan de que John apareció por allí el mismo día 7, lo que no parece muy lógico, teniendo en cuenta que acababa de aterrizar en Londres. La exposición de Yoko estuvo en Indica entre los días 7 y el 18 de noviembre de 1966.

El domingo 13 de noviembre, John Lennon asistió a la fiesta post-concierto de los Four Tops que se celebró en casa de Brian Epstein (véase abajo). Además, Lennon desmintió que los Beatles estuviesen desencantados con Brian Epstein y que se hubiesen puesto en contacto con Allen Klein para proponerle ser el sustituto de Epstein (información aparecida en el Sunday Telegraph en aquella jornada).

 

Paul McCartney: eventos varios, un extraño viaje y una banda sonora


Macca se quedó inicialmente en Inglaterra. Hacia el 13 de septiembre (hay dudas sobre la fecha exacta del evento) recogió, en compañía de Ringo, un galardón otorgado a los Beatles por la revista musical Melody Maker.

Galardonados por la revista Melody Maker en septiembre de 1966: Paul McCartney y Ringo Starr, por los Beatles, y los cantantes Dusty Springfield y Tom Jones, por ellos mismos.

El jueves, 15 de septiembre, McCartney asistió a un taller-concierto de música de vanguardia del compositor Cornelius Cardew y el grupo AMM en el Royal College of Arts de Londres. La concurrencia fue de unas 20 personas, y, por lo visto, Paul acabó haciendo música con una jarra de cerveza y un radiador.
Una foto en escorzo de Paul McCartney durante el acto al que asistió el 15 de septiembre.
Al día siguiente, voló a Francia para reunirse con Lennon y Brian Epstein (fin de semana del 16 al 18 de septiembre; ver arriba), después de lo cual regresó a Londres.

No hay registros de la actividad de McCartney en el mes y medio siguiente. Resulta extraño que a Paul, el beatle aún soltero (tenía novia, pero era bastante liberal con esas cosas), que vivía en pleno Londres (con lo que era Londres entonces), no se le viese en público del 19 de septiembre al 5 de noviembre de 1966... Yo ahí lo dejo.

El día 6 de noviembre, disfrazado para evitar ser reconocido por la prensa y los fans, y equipado de una cámara de video de 8mm, Paul McCartney volvió a Francia en su Aston Martin DB5. Su aspecto era ahora muy diferente al del apuesto beatle de flequillo y traje de tres botones que había conservado al menos hasta septiembre. Estaba muy delgado, y su rostro parecía más alargado. Se había cambiado el peinado: llevaba el cabello más corto, a raya, y le caía ahora de derecha a izquierda, cuando hasta entonces lo había hecho de izquierda a derecha. Para rematar el cambio de look, llevaba gafas sin graduación y un bigotillo postizo.

Éste podría haber sido el aspecto de Paul McCartney al comienzo de su loco viaje por Francia, España y Kenia, en noviembre de 1966.

McCartney había quedado el día 12 de noviembre en Burdeos con el roadie de los Beatles, Mal Evans. Paul parece que disfrutaba de la compañía de este "gigante amable", que solía ser compañero de correrías suyo (en el bolo en Japón, en el verano anterior, Evans le había acompañado en alguna escapada fotográfica y lúdica por Tokio).

En los días desde su entrada en Francia hasta su reunión con Mal Evans, McCartney aprovechó para viajar hasta París antes de dirigirse a Burdeos: rodaba con su cámara, conducía hasta las cercanías de un hotel, llegaba al hotel a pie, y cenaba y se recluía en su cuarto para escribir un diario (al parecer, tanto el diario como gran parte de las películas que rodó en aquel viaje se fueron robadas posteriormente).

Reunido con Evans en Burdeos el día acordado, continuaron viaje juntos hasta España, pensando en visitar a John Lennon en Almería. Sin embargo, como sabemos, John había regresado a Inglaterra al día siguiente de la salida hacia Francia de McCartney, por lo que Mal y éste decidieron un cambio de planes, y desde Madrid se fueron, haciendo escala en Roma, de safari fotográfico a Kenia, nada menos. Se dice que Paul enfermó al poco de llegar y que lo ingresaron en un hospital súper-reservado de Nairobi, pero a los dos días estaba otra vez como nuevo, rodando películas de su viaje. Con ellos estuvo Jane Asher, la novia de Paul, pero algunos lo rebaten argumentando que en aquellas fechas Jane estaba actuando en Bristol en la obra de teatro Romeo y Julieta.



La primera secuencia de este video muestra al cambiado Paul McCartney que se fue de safari fotográfico a Kenia en noviembre de 1966.

El viaje de Macca se prolongó hasta el 19 de noviembre. Más sobre este curioso episodio aquí.

En fechas no especificadas de ese mes, antes de que los Beatles entrasen de nuevo en el estudio de grabación (podría haber sido antes de salir de viaje por Francia-España-Kenia, o inmediatamente a su regreso del mismo, ¿o incluso podría haber sido en octubre?), Paul McCartney compuso una pequeña pieza al piano, que el productor George Martin desarrolló para que se convirtiese en la banda sonora de la película The Family Way. A pesar de que algunos atribuyen a Paul la autoría de la música de este film, parece dudoso que lo hiciera en solitario, pues McCartney, entre otras cosas, no tenía formación musical clásica ni sabía leer partituras.


 

George Harrison: la India y Pattie Boyd


El "beatle callado", con el pelo muy cortito y con bigote (real en este caso), viajó a la India el 14 de septiembre con su ex-novia y flamante esposa Pattie Boyd. Él pretendía aprender a tocar el sitar como es debido con su maestro Ravi Shankar. La pareja, además, aprovechó para tomar clases de yoga.
Ravi Shankar enseña a George Harrison a tocar el sitar, Srinagar, India, 1966. (© Harrison Family)
Aunque se habían registrado como el Sr. y la Sra. Wells, fueron descubiertos por los avispados periodistas, y, ante el acoso mediático, Pattie y George tuvieron que dar una rueda de prensa el 19 de septiembre para pedir que se respetase un poquito su vida privada, que habían ido allí como unos turistas más, etc.
Pattie y George en la India, septiembre de 1966.
Pattie y George en la India, septiembre de 1966.

George Harrison y Pattie Boyd regresaron a Londres el 22 de octubre de 1966, después de haber pasado más de cinco semanas en el país asiático. ¡Menudo viajecito!
Hasta donde yo sé, el único detalle adicional sobre George desde su vuelta a Inglaterra hasta la entrada en el estudio de los Beatles, un mes más tarde, fue que el domingo 13 de noviembre estuvo con John Lennon en la fiesta que Brian Epstein ofreció en su casa tras el primer concierto de los Four Tops en el teatro Saville (ver abajo).También se monstró consternado por la información de ese mismo día del Sunday Telegraph de que los Beatles podrían estar intentando sustituir a su manager por Allen Klein.

 

Ringo Starr: algún evento, Maureen y un viaje a España


Después de asistir a la gala del Melody Maker junto a Paul (13 de septiembre o antes), Ringo viajó a España el 4 de octubre, acompañado de su esposa Maureen, para pasar unos días con John Lennon. Parece que John se encontraba algo solo, a pesar de estar acompañado de su mujer Cynthia (¿y quizás su hijo Julian?). Ringo y señora estuvieron en Carboneras con los Lennon hasta después del cumpleaños de John, el 9 de ese mes.
Psychedelic Almería: Ringo y John en España, en los primeros y calurosos días de octubre de 1966.
Ringo y compañía (creo que Cynthia, la esposa de John, y Maureen, su mujer), torrándose al solete de Almería.
Tampoco tengo más noticias de las andanzas de Ringo desde esa fecha hasta el 24 de noviembre, salvo que comentó en las mismas líneas que George Harrison sobre la noticia del Sunday Telegraph (13 de noviembre) acerca de posibles contactos de los Beatles con Allen Klein.

 

Brian Epstein: planes frustrados, imprevistos, depresiones, nuevas estrellas y desmentidos


Al manager de los Beatles le habría gustado que la banda continuara con las giras, pero se topó con la negativa en redondo de sus miembros, que estaban bastante hartos de esa alocada dinámica y se mostraban muy descontentos por las deficiencias técnicas que afectaban a su sonido en directo. En 1966 aún no tenían monitores para oir lo que tocaban, y en ocasiones el público les había tenido que escuchar por la megafonía del estadio en que actuaban. Además, estaban muy afectados por las traumáticas experiencias de Filipinas, Japón y EE.UU. en agosto. Así que Brian fue encontrándose cada vez con menos responsabilidades para con sus pupilos y cada vez más solo.

Brian Epstein, el hombre que dio forma a los Beatles. Nueva York, 11 de agosto de 1966.

Recordemos, además, que era un hombre gay, y en la Inglaterra de entonces la homosexualidad se consideraba un delito. Tener que llevar su vida íntima con total discreción o en secreto no creo que le ayudase precisamente a librarse de las preocupaciones que le atormentaban.

Pero Epstein no solamente gestionaba los asuntos de los cuatro de Liverpool. El 13 de septiembre, la misma fecha de la entrega de galardones del Melody Maker a la que asistieron Paul y Ringo, canceló, por razones que se desconocen, el Star Scene '66, un tour promocional con los Everly Brothers, Cilla Black y Billy J. Kramer & the Dakotas, artistas a los que también patrocinaba, y que estaba previsto para octubre.

Como hemos comentado más arriba, el fin de semana del 16 al 18 de septiembre estuvo con Paul McCartney en París, donde ambos se reunieron con John Lennon y Neil Aspinall, que venían de Alemania antes de proseguir hasta España para continuar con el rodaje de How I Won the War.

El lunes 26 de septiembre, Epstein fue hospitalizado en una clínica londinense debido a una sobredosis de los medicamentos con los que se trataba de sus frecuentes depresiones y crisis de ansiedad.

El siguiente lunes, 3 de octubre, ya recuperado de su episodio de sobredosis, se vio obligado a hacer unas declaraciones a la prensa desmintiendo el rumor de que Paul McCartney pensaba abandonar el grupo. En ese mismo comunicado anunció al público la participación de John Lennon en la película de Richard Lester, y reveló los planes para que Lennon y McCartney se ocupasen de componer la banda sonora de una película (se refería a la que acabaría siendo The Family Way, de la que, como hemos visto arriba, terminaría ocupándose sólo McCartney con George Martin).

El día 15, acompañado de Georgie Fame, voló a EE.UU. para buscar y contratar a alguna estrella que coprotagonizara el programa especial navideño de Fame que Epstein patrocinaría. Allí contrató el 24 de octubre a los Four Tops para una actuación en el teatro Saville y una gran gira por el Reino Unido (el 1 de noviembre la actuación del teatro Saville se ampliaría a una segunda fecha al quedar agotadas las entradas del evento único). El jueves 27 de octubre Epstein regresó a Inglaterra.

El viernes 28 de octubre, Brian Epstein comunicó al importante promotor estadounidense Sid Bernstein que no había planes para una nueva gira americana de los Beatles.

Epstein continuaba también ejerciendo de personaje influyente dentro de la comunidad hebrea de Inglaterra. Por ejemplo, el sábado 29 de octubre estuvo en la entrega de un trofeo que llevaba su nombre en el Club Juvenil Judío de Finchley.

El miércoles 9 de noviembre, Epstein habló por teléfono con el promotor británico Arthur Howes y le confirmó que los Beatles no aceptarían más actuaciones en vivo. Al día siguiente la noticia apareció en la prensa británica.

Ese mismo día Epstein confirmó que el contrato vigente de los Beatles con la discográfica EMI había finalizado, pero que las negociaciones para la firma de su prórroga estaban próximas a concluir satisfactoriamente para ambas partes.

El día 10, jueves, Brian Epstein asistió a la rueda de prensa que los Four Tops dieron en el teatro Saville de Londres.

Brian Epstein con los Four Tops el 10 de noviembre, en la rueda de prensa previa al concierto del 13 de noviembre de 1966.
El 11 de noviembre, Brian y los Beatles donaron 1.000 libras esterlinas como ayuda a los afectados del desastre de Aberfan, una tragedia minera ocurrida el 21 de octubre en Gales del Sur, y que había costado la vida a 144 personas.

El mismo día, los Four Tops actuaron en el programa de David Frost, en el que además se ofreció una entrevista con Brian Epstein. Éste dejó claro que no pensaba añadir nada más a sus declaraciones de días anteriores sobre los Beatles.

El domingo 13 tuvo lugar la primera actuación de los Four Tops en el teatro Saville de Londres. Epstein anunció que sería el primero de muchos conciertos dominicales que tenía previstos celebrar en el Saville. Tras el show, Brian dio una fiesta en su casa del 24 de Chapel Street, a la que asistieron, además de los Four Tops, John Lennon, George Harrison, Mick Jagger, Keith Richards, Charlie Watts, Georgie Fame, Donovan, Eric Burdon, Hilton Valentine y Chris Curtis. Paul McCartney, que estaba de viaje (ver arriba) no pudo obviamente estar presente.

Ese domingo había aparecido en la portada del Sunday Telegraph la noticia de que dos de los Beatles habrían entrado en contacto, a través de una tercera parte, con el abogado estadounidense Allen Klein, que a la sazón estaba en Londres. Brian Epstein desmintió la noticia como "ridícula", y nadie pudo obtener confirmación ni desmentido del propio Allen Klein, con el que al parecer no se pudo contactar. Por su parte, George Harrison y Ringo Starr se mostraron preocupados por la información. John Lennon se cabreó por la sugerencia implícita de que los Beatles podrían estar desencantados con Brian Epstein. Paul McCartney, ausente como sabemos, no pudo comentar nada al respecto.

El día 15, Brian Epstein tuvo que dar una conferencia de prensa para desmentir los rumores de separación de los Beatles.

La conferencia-desmentido del 15 de noviembre de 1966: "no, no se separan".

 

De nuevo en la rueda


El 24 de noviembre, los Beatles se metieron de nuevo en los Abbey Road Studios para comenzar las prolongadísimas sesiones de grabación (cinco meses) de lo que sería Sergeant Pepper's Lonely Hearts Club Band. Curiosamente, empezaron por una canción que finalmente no se incluiría en dicho álbum, sino que sería publicada en forma de sencillo independiente aparecido a primeros de 1967: Strawberry Fields Forever.

También perpetraron, en el segundo día de su encierro musical, la última grabación navideña dedicada a su club de fans: una patochada llamada Pantomime (Everywhere it's Christmas). El concepto y gran parte de la ejecución de esta grabación se atribuye a Paul McCartney. El disco sería enviado al club de fans el 16 de diciembre. No volverían a hacer un "especial navideño" en lo que les quedaba de vida como grupo.


Los Beatles no habían sacado un nuevo disco desde el Revolver (5 de agosto), por lo que, por vez primera en su carrera, recurrieron a un recopilatorio (Oldies but Goldies) para satisfacer a sus fans hasta la publicación de nuevo material inédito. Este álbum recopilatorio se publicó el 10 de diciembre.

El recopilatorio en cuestión

Como reflexión final muy personal de este 1966, diré que los cuatro de Liverpool abandonaban las giras, que les habían proporcionado, me figuro, unos ingresos astronómicos, y se dejaban parte de su capital alquilando un carísimo estudio de grabación durante 21 semanas, nada menos. Estaba claro que si alguien se podía permitir semejantes desatinos, eran ellos. ¿O quizás ni ellos podían hacer una cosa así?

 
La famosa entrevista a las puertas de Abbey Road Studios de fines de 1966: todos llegan solos, menos un McCartney con voz un tanto aflautada, que lo hace acompañado de su por entonces inseparable Mal Evans.


1967: revolución musical y contracultural


La ausencia de material novedoso durante todo ese tiempo fue paliada mediante la publicación el 13 de febrero de 1967 de un single que contenía nada más y nada menos que Strawberry Fields Forever por un lado y Penny Lane por el otro.


Paul empezó a tomar el control del grupo durante las interminables semanas de grabación del Sergeant Pepper's Lonely Hearts Club Band. McCartney era el favorito del productor George Martin, con quien desarrolló buena parte de los trucos sonoros empleados a mansalva en el disco (y que ya habían sido probados en el anterior Revolver). Además, mostró un genuino empeño en hacer que los Beatles fuesen a la vanguardia musical mundial, sin dejar que nadie les hiciese sombra (por ejemplo: los Pink Floyd de Syd Barrett estaban grabando su Piper at the Gates of Dawn en el estudio de al lado, y McCartney no perdía ripio). Finalmente, era un auténtico adicto al trabajo. John Lennon y Ringo Starr contaban que vivían acojonados, esperando la inevitable llamada de McCartney reclamando su presencia en el estudio si se hacían los remolones.
Se había acabado la época del roce intensivo de las giras, pero lo que sucedió a continuación quizás no fue tan bueno. Si en un colectivo homogéneo y bastante democrático uno de sus miembros principales va avanzando hasta una posición de preeminencia, pueden empezar a aparecer grietas y a desaparecer lealtades.
Cuando el 26 de mayo de 1967 se publicó el opus magnum de los Beatles, el mundo se deshizo en halagos.
Juan Carrión podía respirar tranquilo: en este disco se incluyeron las letras de las canciones.

Estaba a punto de estallar el "verano del amor". Los Beatles, fieles a su decisión de no volver a pisar un escenario como banda,  no estuvieron en el Monterrey Pop Festival (el primer gran festival hippy de la historia, celebrado del 16 al 18 de junio), pero, a modo de avanzadilla, George Harrison y Pattie Boyd se presentaron en el evento californiano, y así pareció que los Beatles estaban, espiritualmente al menos, entre los profetas de la "Era de Acuario"

Pattie y George: los más fashion de entre los fashion, en  el festival de Monterrey, 16-18 de junio de 1967.

Un mes después de la publicación del Sgt. Pepper's, el 25 de junio, el grupo que ya no daba conciertos en público ofreció al mundo, en riguroso directo y por obra y gracia de la televisión via satélite, la grabación de All You Need Is Love. Con toda la chulería del mundo, los Beatles usaban una canción NUEVA, no incluida en el álbum que estaba en boca de todos. John Lennon cantaba, pero quien llevaba la batuta (en sentido figurado y literal) era Paul McCartney.



Después de los cinco meses de desaparición en el estudio parecía que la banda número uno volvía por sus fueros. Seguramente era cuestión de tiempo que volviesen a irse de gira (y eso era lo que probablemente a su manager Brian Epstein le habría gustado que sucediese).
Pero no. Los Beatles sostenían que la música que estaban haciendo no podía replicarse en vivo con los medios disponibles entonces, y que estaban más cómodos investigando en el estudio (¿la mano de Paul McCartney y de George Martin?). De hecho, estuvieron grabando canciones para una película de dibujos animados, Yellow Submarine, que acabaría viendo la luz en 1969.


A fines de agosto George Harrison convenció al resto del grupo y allegados para iniciarse en eso de la meditación trascendental. El viernes 25 de agosto, primer día del puente que se celebraba ese fin de semana, los Beatles salieron en tren hacia Bangor, Gales, a tener una primera sesión con el místico indio Maharishi Mahesh Yogi.

Fue entonces cuando golpeó la tragedia. En los días de ausencia de los chicos, una sobredosis de barbitúricos había acabado, esta vez sí, con la vida de Brian Epstein, el manager que les había convertido en quienes eran. Se enteraron de la noticia a primera hora de la tarde del domingo.


En la primera entrevista realizada a los Beatles el domingo 27 estuvo ausente Paul McCartney, que según parece había salido directamente a dar el pésame a la familia del difunto.
La desaparición de Epstein fue posiblemente el punto de no retorno de la carrera de los cuatro de Liverpool: a partir de entonces se fue apreciando un lento proceso de desintegración que culminaría con la separación oficial del grupo anunciada por Paul McCartney en 1970.
Superando este luctuoso acontecimiento, los Beatles se lanzaron, de nuevo liderados por Paul McCartney, a un proyecto cinematográfico en formato de serie televisiva: Magical Mystery Tour.  El grueso de la serie se filmó entre el 11 y el 25 de septiembre de 1967, pocas semanas después de la muerte de Brian Epstein. Se estrenó en formato blanco y negro el 26 de diciembre (hubo un nuevo pase, ya en color, el 5 de enero de 1968), y no fue precisamente un éxito. Era el primer contratiempo artístico serio de su carrera.


En el capítulo de los cotilleos, Paul McCartney y Jane Asher anunciaron su compromiso el 25 de diciembre de 1967, un día antes del primer estreno televisivo del Magical Mystery Tour de los Beatles. Como veremos, el bodorrio tampoco llegaría a buen puerto.

 

1968: Apple Corps Ltd., la India y el álbum blanco


En enero de 1968 los Beatles formaron la empresa multimedia Apple Corps Ltd., que englobaría las subsidiarias Apple Electronics, Apple Films (productora de Magical Mystery Tour), Apple Publishing, Apple Records, Zapple Records, Apple Retail y Apple Studios. Era la evolución de Beatles Ltd., y tenía como fin no sólo gestionar los asuntos de la banda, sino apoyar a nuevos creadores para facilitarles el acceso al mercado del entretenimiento mediante préstamos y cesiones de recursos. Una buena idea sobre el papel, pero, como se vería posteriormente, el descontrol y el despilfarro resultante causarían no pocos quebraderos de cabeza al grupo.

Después de grabar un nuevo sencillo (Lady Madonna/The Inner Light) a comienzos de febrero de 1968, los Beatles, con novias/esposas y amigos se fueron a la India, a meditar trascendentalmente con el Maharishi. Allí estuvieron hasta marzo (Ringo y Paul) y abril (Lennon y Harrison).

El único que se tomó aquello en serio fue George Harrison, el instigador del viaje. Para los demás, se trató de una experiencia nueva, sin más. Por lo menos aprovecharon para componer canciones: 18 de los temas creados en la India entrarían en su próximo álbum, y 2 más serían incluídos en el último disco de estudio de la banda (Abbey Road), con otros varios reservados para sus proyectos personales por separado. Pero, al revés que en la época de las giras, ahora los Beatles no componían juntos, en el hotel o en el estudio. Cada uno hacía las canciones por su lado, lo que hacía más aparentes las fuerzas centrífugas que estaban empezando a surgir.

Collage con imágenes de los cuatro Beatles en Rishikesh, su lugar de retiro y meditación en 1968.
Además, y posiblemente por el énfasis de los últimos dos años por la experimentación en el estudio, el grupo había decidido simplificar la música, hacerla más básica, retornar a sus orígenes rockanroleros. Puede que el propio McCartney ya se hubiese anticipado a este cambio de dirección cuando grabaron Lady Madonna poco antes de salir hacia la India.
El 14 de mayo de 1968, Lennon, McCartney y su asociado Yanni Alexis Mardas (Magic Alex, el director de la rama de electrónica de consumo de Apple) presentaron en Nueva York su visión de Apple Corps. El tiempo no tardaría en demostrarles que sus bien intencionados objetivos no llegarían a buen puerto, siendo el mundo capitalista como es.


Los cuatro de Liverpool volvieron a entrar en los estudios de Abbey Road el 30 de mayo de 1968. Hasta el 14 de octubre estuvieron grabando lo que sería un doble álbum, de carátula blanca, sin ilustraciones, y bautizado sencillamente como The Beatles (aunque se le conoce universalmente como "el álbum blanco").
La grabación fue accidentada: Ringo Starr se mosqueó y dimitió del grupo al comienzo de las sesiones. Hizo falta que los demás le llamasen uno por uno para pedirle que regresara. Cuando finalmente lo hizo, ya se habían terminado las partes de batería de varias canciones (como Back in the USSR y Dear Prudence), interpretadas por McCartney.
El proceso de grabación fue diferente a todo lo anterior. Ahora no había un grupo que llevaba canciones que se arreglaban, completaban y terminaban entre todos, sino que los tres compositores principales llevaban sus canciones prácticamente finalizadas al estudio, las grababan frecuentemente por separado y los retoques eran mínimos. Básicamente, cada uno metía su parte, y a mezclar.

El 20 de julio de 1968 Paul McCartney y Jane Asher dieron por finalizado su compromiso. Lo que había ocurrido fue una historia de lo más clásica. Ella volvía de viaje antes de lo esperado, y sorprendió al Macca en el lecho parejil con otra. A los pocos días la madre de Jane pasó por Cavendish Avenue a recoger las cosas de su hija, y fin de la historia. Paul volvía a estar soltero y sin compromiso.
El Mad Day Out: esta sesión fotográfica del domingo 28 de julio de 1968 es una de las más prolíficas y conocidas de las innumerables que protagonizaron los Fab Four.

El 3 y 4 de septiembre, los Beatles grabaron en los estudios Twickenham los videos de Hey Jude y Revolution, canciones destinadas a un single que, como solía ser costumbre, no iban a incluir en el álbum, y que se emitieron en el programa de David Frost del sábado 8. Para burlar la prohibición del play back televisivo vigente por aquella época, las voces de ambas canciones estaban en directo, pero los instrumentos estaban grabados de antemano, como puede apreciarse en el video. La jam que tocaron al principio de la canción también tenía la intención de burlar esa prohibición y reforzar la apariencia de que se trataba de una actuación en directo. De Hey Jude hubo, que se sepa, tres tomas. La del vídeo es la definitiva.


¡Ah! Por primera vez en su historia, entraba a tocar con ellos un músico no de sesión (Eric Clapton, que tocó la guitarra solista en el While My Guitar Gently Weeps de George Harrison, grabada entre el 5 y el 6 de septiembre).

The Beatles (o sea, el "álbum blanco") salió a la venta el 22 de noviembre de 1968, más de un mes después de que acabasen las grabaciones. El disco doble final contenía la friolera de 30 canciones, como si se quisiese compensar al público por el larguísimo período transcurrido desde la edición del anterior Sergeant Pepper's Lonely Hearts Club Band. Además, no podía ser más distinto de éste, desde la estética hasta el contenido. No tuvo unas críticas muy brillantes en su día, pero con el paso del tiempo ha llegado a ser considerado uno de los mejores y más fascinantes de la banda. Puro eclecticismo.

En cualquier caso, había disensión palpable y algunos se estaban empezando a buscar las habichuelas por otro lado, visto el guante de terciopelo con el que paulatinamente había ido controlando a la banda Paul McCartney.

George Harrison estaba bastante escocido por la limitación impuesta por el tándem Lennon-McCartney al número de canciones de su repertorio que se publicaban en los discos de los Beatles (desde Help!, en 1965, eran una media de dos por álbum, con cuatro en el "álbum blanco" por aquello de que eran dos vinilos de larga duración). Así que, desde fines de 1967, Harrison había empezado a grabar por su cuenta discos de música de vanguardia y electrónica, como la banda sonora Wonderwall Music (publicada el 1 de noviembre de 1968) y Electronic Sound (a la venta el 9 de mayo de 1969).



A fines de 1968, John Lennon tenía serios problemas personales (su divorcio de Cynthia Powell y un aborto sufrido por su nueva compañera Yoko Ono), andaba entrando y saliendo de las drogas duras, y estaba deseoso de encontrar su propio grupo fuera de los Beatles. En el Rock and Roll Circus de los Rolling Stones, un fallido macroconcierto televisivo que los de Jagger y Richards grabaron de la tarde del 11 a la madrugada del 12 de diciembre de 1968, Lennon se presentó acaudillando una banda llamada Dirty Mac. Además de a él y su ya inseparable Yoko Ono, el combo incluía a Eric Clapton en la guitarra, a Keith Richards en el bajo y a Mitch Mitchell, de la Jimi Hendrix Experience, en los tambores. Hubo que esperar hasta fines del siglo pasado para que los Stones levantaran el veto y permitieran visualizar todo el show, entre otras cosas porque su propia actuación fue bastante desangelada (Brian Jones estaba en las últimas) y unos brillantes Who (posiblemente, la mejor banda de directo de la historia del rock) dieron un soberano "repaso" a sus amigos y anfitriones.


No sólo los Who dieron un "disgustito" a los Stones: John Lennon era un showman mucho más sólido que Mick Jagger, como puede apreciarse en alguna de las tomas de este show. Y en esta versión del Yer Blues del álbum blanco de los Beatles se puede constatar que Lennon era, además, un guitarra rítmico de la hostia.

 

1969: The End


El último año de los Beatles fue un carajal. Claramente, todos estaban a su bola. McCartney necesitaba seguir sintiéndose el "gran timonel" de los Beatles, pero el resto, especialmente Lennon y Harrison, estaban bastante hasta las narices de todo.

Así que cuando McCartney puso en marcha su última majarada, los demás debieron de poner los ojos en blanco. Se trataba de grabar un disco, sí, pero a la vez había que rodar un documental sobre la grabación de ese disco, para mostrar al mundo cómo trabajaban los Beatles.

No sé si fue el montaje de la cinta o si realmente la cosa fue así de tristona y chunga. Peter Jackson ha prometido que en 2020 estrenará una nueva visión de lo que fueron las escenas de Let It Be, lo que puede que aclare la situación existente entonces, o que la deje igual de enmarañada y controvertida como hasta ahora, pero con colorinchis más resultones.

A lo que vamos: McCartney (que, por cierto, ahora estaba deseoso de volver a las actuaciones en directo después de haber sido él el más dispuesto a su abandono en 1966) propuso seguir con George Martin como productor en los estudios de Abbey Road, como siempre, pero parece que John Lennon lo vetó ("estamos hartos de sus mierdas experimentales de estudio") y presentó en su lugar a Glynn Johns, al que tampoco se le dieron directrices muy claras de cómo actuar.

La banda comenzó la grabación del álbum Get Back (iba a conocerse finalmente como Let It Be) a primeros de enero, en los fríos y cavernosos  estudios Twickenham (usados en el paripé de Hey Jude y Revolution cuatro meses atrás), en una atmósfera de medio desidia, medio hostilidad. A los roces se sumaba el desinterés de John Lennon y la presencia constante de Yoko Ono, opinando como si fuese un miembro más del grupo. Y, mientras tanto, la cámara grababa implacable cómo el grupo más importante de la historia se iba desintegrando.


El 10 de enero, George Harrison abandonó mosqueado los estudios de Twickenham, y sólo regresó cuando las sesiones se trasladaron a los estudios Apple en Saville Row el día 21. Harrison también se llevó a la nueva ubicación al teclista Billy Preston, en un intento de rebajar la tensión claustrofóbica de unos Beatles cabreados encerrados consigo mismos.

Finalmente, y para intentar oxigenar el viciado ambiente e imprimir un cambio de ritmo a la situación, los Beatles decidieron subirse el 30 de enero a la azotea de Saville Row e improvisar, sin permiso de las autoridades, el último concierto en vivo de la banda. Que, por cierto, resolvieron competentemente, secundados por Billy Preston, hasta que la policía les chapó el evento.



Get Back quedó de momento archivado e inédito. Ello significaba que habría que volver a entrar a grabar algo rápido, en condiciones de estudio "normales", si los Beatles querían tener un nuevo disco a tiempo para el verano.

Tras las conflictivas sesiones del "álbum blanco" y el Get Back, McCartney propuso volver con George Martin como productor para el siguiente disco. Éste aceptó, con la condición de que le dejasen, especialmente John Lennon, trabajar el sonido de la banda como había hecho anteriormente.

Así pues, la grabación del nuevo disco comenzó el 22 de febrero, en esta ocasión en los estudios Trident. Varios compromisos de los miembros del grupo hicieron que hasta abril no se reanudasen las sesiones.

Paul McCartney perdió su soltería de oro el 12 de marzo. Su esposa era Linda Eastman, una fotógrafa a la que conocía desde 1967, y que era hija de un rico abogado del show business estadounidense de origen judío (curiosamente, el apellido de su padre era originalmente Epstein, como el del difunto manager de los Beatles). Linda aportaba a la pareja una hija pequeña, Heather, fruto de un matrimonio anterior, y en aquellos días estaba embarazada de la primera hija de Paul.

Boda por lo civil de Linda Eastman y Paul McCartney.

Para no ser menos, John Lennon se casó por fin con Yoko Ono el 20 de marzo, y del 25 al 31 de ese mes la pareja protagonizó una "encamada" en el hotel Hilton de Amsterdam como parte de una campaña por la paz. Lennon estaba empezando a volcarse en el activismo político que practicaría tras la separación de los Beatles.

"Talking in our bed for a week".
Las bodas de los dos líderes de los Beatles en el curso de unos pocos días fue quizás lo que hizo que muchos de sus fans culpasen a las mujeres de los Beatles por la ruptura de la banda en 1970.

El 14 de abril de 1969, los "viejos amigos", John Lennon y Paul McCartney, grabaron en solitario, sin los otros dos Beatles, el Ballad of John & Yoko, un relato de las aventuras y desventuras en torno a la boda del primero. Lennon se ocupó de la voz principal, la guitarra y el piano, mientras que McCartney le daba la réplica en los coros, aparte de tocar la base rítmica de bajo y batería. Quizás todo pasó así porque ambos vivían un período de felicidad con sus nuevas parejas, y decidieron enterrar el hacha de guerra. El tema apareció como single de la banda el día 30 de mayo.


La grabación del que iba a ser Abbey Road, el último disco de estudio de los Beatles, fue realizándose a trompicones, en abril, y mayo, y se suspendió hasta la reanudación final el 2 de julio. Se prolongó desde ese día hasta el 20 de agosto. Según George Harrison, la atmósfera fue más calmada y civilizada que en las anteriores ocasiones, y la impresión era que habían vuelto a tocar de nuevo "como músicos". Aunque Yoko Ono también estuvo presente, estaba "tocada" por un accidente automovilístico que John y ella habían tenido en sus vacaciones con Julian, el niño de Lennon, y se pasó las sesiones encamada en el estudio y sin interferir demasiado.

El 28 de agosto nació Mary, la primera hija de Paul y Linda McCartney, por lo que suponemos que Macca abrevió las sesiones para dedicarse a su esposa y su retoño.

Abbey Road se publicó el 26 de septiembre de 1969, y actualmente está considerado entre los mejores discos de los Beatles. No llegaba al barroquismo del Sergeant Pepper's Lonely Hearts Club Band, pero era ciertamente más complejo que los últimos dos elepés grabados por la banda.



El historiógrafo de los Beatles Mark Lewinsohn ha revelado en septiembre de 2019 una "nueva" cinta (algunos dicen que ya era conocida) que recoge una reunión celebrada por John Lennon, Paul McCartney y George Harrison (Ringo estaba en el hospital) poco tiempo después de la publicación de Abbey Road. En ella se desvela que había planes para un nuevo disco, y que el objetivo era su publicación en las navidades de 1969. Paul McCartney quería deshacer el partenazgo compositivo Lennon & McCartney, a lo que John Lennon accedió. Cada uno firmaría separadamente sus propias canciones en lo sucesivo. Por su parte, Lennon planteó un democrático reparto de responsabilidades: cada uno de los tres compositores principales de la banda (incluido Harrison) aportaría cuatro canciones al nuevo disco, y Ringo podría incorporar uno o dos temas si lo deseaba. A McCartney le pareció excesiva tanta democracia, pues no creía que George Harrison estuviese a la misma altura que Lennon y él mismo (¡y eso que Something y Here Comes the Sun eran dos de las piezas fundamentales de Abbey Road!). Antes de que George replicase, Lennon soltó a Macca aquello de "la próxima vez que vengas con una cancioncilla como Maxwell's Silver Hammer la sacas en solitario o se la regalas a otro, porque eso no sale bajo el nombre de los Beatles". Vaya; que la cosa no se podía decir que estuviese arreglada del todo.

Y no es de extrañar: Apple Corps iba de culo, perdiendo dinero a chorros, y era necesario nombrar a un gestor. Lennon, Harrison y Starr querían a Allen Klein (ver 1966, arriba), y McCartney quería que fuese Lee Eastman, su nuevo suegro. En las finanzas también había un 3 a 1.

Por esa época se volvió a considerar qué hacer con las cintas de Get Back. John Lennon decidió enviar el material grabado en las borrascosas sesiones de enero al afamado productor Phil Spector, que sería el que finalmente daría forma al álbum. Las malas lenguas dicen que John pidió expresamente a Spector un tratamiento wall-of-sound a tope para las baladas de McCartney, sabiendo que éste no se lo iba a tomar demasiado bien...

El final de los Beatles es confuso: se mezclan las rivalidades, los malos rollos, los intereses económicos, las parejas, las divergencias artísticas, etc. Así que resumiremos como podamos:
  • No hubo nuevo disco de los Beatles a fines de 1969. Estaban demasiado ocupados dándose de bofetadas entre ellos.
  • Paul McCartney, viendo que se aproximaba el fin de la banda (su banda), se dio a la botella aquellas navidades, hasta que Linda Eastman, su nueva esposa, le obligó a ponerse las pilas y mirar hacia delante. Así que se puso a trabajar en su álbum en solitario sorprendentemente titulado McCartney, que vería la luz el 17 de abril de 1970. La fecha entraba en conflicto con las establecidas para el primer álbum en solitario de Ringo Starr y para el propio Get Back/Let It Be de los Beatles, con lo que hubo aún más malos rollos.
  • Cuando Macca escuchó el 2 de abril de 1970 lo que Phil Spector había hecho con las cintas del Get Back, casi le da un patatús (Ringo Starr le contradijo, pues parece que Paul le comentó inicialmente que no le habían parecido mal los arreglos). En cualquier caso, McCartney escribió a Spector, con copia a Allen Klein y a Lee Eastman, diciéndole, entre otras cosas, "no se te ocurra volver a hacerme algo así en la vida" (y ya sabemos cómo acabó el productor americano, muchos años después).
  • El 9 de abril de 1970  Paul McCartney emitió un comunicado en el que decía que abandonaba los Beatles y que no tenía planes de volver a trabajar con ellos. John Lennon no había hecho comunicado alguno, pero se había pirado del grupo antes que McCartney.
  • Get Back se terminó publicando el 8 de mayo de 1970. Venía cuajado de violines y coros de chicas, y se titulaba Let It Be. Quedó como el disco póstumo de los Beatles, y no gustó tanto como otros. En 2003 Paul McCartney logró volver a publicarlo como a él le habría gustado: sin los arreglos de Phil Spector y con diferentes tomas de las canciones. Seguramente lo hizo entonces porque ya no estaban en este mundo para impedirlo ni John Lennon ni George Harrison.
  • Lennon y McCartney se pasaron los primeros años de la nueva década tirándose los trastos a la cabeza, pero algún tiempo después de reconciliaron. Más o menos.
  • El asesinato de John Lennon en diciembre de 1980  hizo que fuese científicamente imposible volver a reunir a los Beatles.

Corolario


En definitiva: ¿está el Paul McCartney original muerto? Probablemente no: esa señora inglesa vieja que dice llamarse Paul McCartney será con casi total seguridad el mismo tontaina ególatra de siempre. Lo que pasa es que algunos tienen idealizada su vida hasta 1966, y las cosas raras que pasaron en el otoño de ese año no ayudan a disipar las dudas. Si alguien tiene datos fehacientes de las actividades de este ser entre el 11 de septiembre y el 6 de noviembre de 1966, dejadme un mensaje.

¿Y yo? Pues, como Joaquín Luqui q.e.p.d., amaré a los Beatles por encima de todas las cosas hasta el día que me muera. Pero, si me apretáis un poquito los tornillos y me obligáis a elegir, os diré que lo que más amo de los Beatles, por encima de todo lo demás, es la sucesión de discos que van del álbum Rubber Soul  y el single Day Tripper/We Can Work It Out de 1965, al doble disco The Beatles de 1968 (el "álbum blanco"). Esos son los Beatles que amo. Podéis robarme todo lo demás.

1 comentario:

  1. Gran artículo, sí señor.
    Yo añadiría "I saw her standing there" a Los Beatles que amo. Bueno, también alguna otra.

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