Cierro al menos por el momento esta trilogía dedicada a la batalla aeronaval por excelencia de la 2ª GM con una breve reseña del libro "A Glorious Page in Our History" - The Battle of Midway 4-6 June 1942.
Se trata de un esfuerzo cooperativo de una serie de autores (Robert J. Cressman, Steve Ewing, Barrett Tillman, Mark Horan, Clark Reynolds y Stan Cohen), que fue publicado por primera vez en 1990. La copia que obra en mi poder es la sexta edición, que data de 2008.
El aspecto exterior (tapa blanda, tamaño holandesa, la ilustración de la portada) y la abundancia de fotos en el interior puede hacer pensar al lector que se trata de otro libro pictográfico más, de carácter eminentemente divulgativo, pero lo cierto es que dentro hay bastante más sustancia de la que uno puede pensar.
El libro se abre con una historia del atolón de Midway como debe ser: desde el principio, cuando allá por 1859 fue reclamado por un marino de los jóvenes Estados Unidos de América. Debo reconocer que desconocía estos hechos, así como el motivo por el que Midway pasó a considerarse importante para los intereses del país norteamericano: ser una estación de tránsito del cable subterráneo que comenzó a unir Estados Unidos y Asia a caballo entre el siglo XIX y el XX.
Posteriormente Midway se convirtió en la puerta de entrada a las Hawaii desde el Oeste, y acabó adquiriendo la importancia que tanto norteamericanos como japoneses le atribuyeron en los albores de la Segunda Guerra Mundial en el Pacífico.
Posteriormente Midway se convirtió en la puerta de entrada a las Hawaii desde el Oeste, y acabó adquiriendo la importancia que tanto norteamericanos como japoneses le atribuyeron en los albores de la Segunda Guerra Mundial en el Pacífico.
La narración continúa con los avatares de la pequeña guarnición en los primeros meses del conflicto: incursiones de destructores y submarinos japoneses, escaramuzas aéreas con hidros de reconocimiento nipones, llegada de nuevas tropas y aviones a las islas, etc. Todo ello con nombres, apellidos y fotografías. Porque gran parte de la información contenida en este libro se ha obtenido de familiares, amigos y, en algunos casos, de los propios participantes en la batalla.
Posteriormente se describe el "acelerón" de operaciones en el Pacífico, Sur y Central, la rotura del código japonés y la febril actividad de Nimitz y sus subordinados para convertir Midway y sus alrededores en una fortaleza-trampa donde infligir a los nipones una derrota decisiva.
La batalla está narrada con gran detalle (siempre desde el punto de vista norteamericano), y, por ejemplo, se da la organización detallada, hombre a hombre y avión a avión, de cada una de las oleadas de ataque estadounidenses que se enfrentaron a la Kido Butai el 4 de junio de 1942. También se relaciona el destino de cada una de las tripulaciones caídas en combate, y se glosan los particulares sobre el rescate de buena parte de los supervivientes.
El detalle sobre el destino de los vencedores, que tuvieron, como es sabido, gran cantidad de bajas, le deja a uno un cierto regustillo de tristeza. Debe de ser cierta esa frase del Duque de Wellington que decía que "nada, excepto una batalla perdida, resulta ni la mitad de melancólico que una batalla ganada".
El libro prosigue describiendo qué pasó con Midway después de la batalla: el atolón se convirtió en base avanzada de submarinos y se abrieron otras tres pistas de aterrizaje (en la isla Sand) para aviones pesados. Midway siguió siendo punto de tránsito y base aeronaval importante en las crisis de Corea y Vietnam, pero fue perdiendo importancia desde los años 70.
Finalmente hay una serie de apéndices de los que unos dan detalles sobre los personajes, aviones, y portaviones destacados de ambos bandos (con mayor hincapié en el bando estadounidense); otro presenta cuestiones abiertas en su momento (de las que algunas han sido aclaradas en el libro "Shattered Sword"). Por último, se incluye, a modo de homenaje, un corto apéndice dedicado a un "héroe olvidado" de la Batalla de Midway: el controvertido capitán de fragata Miles Browning, jefe de estado mayor del almirante Halsey, y que, ante la ausencia de su jefe por enfermedad, sirvió a las órdenes de Spruance durante el importante encuentro.
El libro está a medio camino entre las obras clásicas de Sprange, Lord y Fuchida, y el desmitificador "Shattered Sword". Se nota que está publicado después del simposio sobre la batalla de Midway que tuvo lugar en 1988, y al que acudieron personalidades destacadas japonesas, como el "as" Fujita. Ese encuentro mostró a los estadounidenses que Fuchida estaba bastante desacreditado en el país del Sol Naciente, y que hacía falta integrar en la historiografía de la célebre batalla nuevas fuentes niponas aún sin traducir al inglés.
En definitiva, y antes de irme a dormir, dejadme que os diga que , a pesar de su relativa antigüedad, recomiendo este libro a quienes busquéis información detallada sobre las fuerzas norteamericanas en Midway, en especial sobre los aviadores de ese bando.
Posteriormente se describe el "acelerón" de operaciones en el Pacífico, Sur y Central, la rotura del código japonés y la febril actividad de Nimitz y sus subordinados para convertir Midway y sus alrededores en una fortaleza-trampa donde infligir a los nipones una derrota decisiva.
La batalla está narrada con gran detalle (siempre desde el punto de vista norteamericano), y, por ejemplo, se da la organización detallada, hombre a hombre y avión a avión, de cada una de las oleadas de ataque estadounidenses que se enfrentaron a la Kido Butai el 4 de junio de 1942. También se relaciona el destino de cada una de las tripulaciones caídas en combate, y se glosan los particulares sobre el rescate de buena parte de los supervivientes.
El detalle sobre el destino de los vencedores, que tuvieron, como es sabido, gran cantidad de bajas, le deja a uno un cierto regustillo de tristeza. Debe de ser cierta esa frase del Duque de Wellington que decía que "nada, excepto una batalla perdida, resulta ni la mitad de melancólico que una batalla ganada".
El libro prosigue describiendo qué pasó con Midway después de la batalla: el atolón se convirtió en base avanzada de submarinos y se abrieron otras tres pistas de aterrizaje (en la isla Sand) para aviones pesados. Midway siguió siendo punto de tránsito y base aeronaval importante en las crisis de Corea y Vietnam, pero fue perdiendo importancia desde los años 70.
Finalmente hay una serie de apéndices de los que unos dan detalles sobre los personajes, aviones, y portaviones destacados de ambos bandos (con mayor hincapié en el bando estadounidense); otro presenta cuestiones abiertas en su momento (de las que algunas han sido aclaradas en el libro "Shattered Sword"). Por último, se incluye, a modo de homenaje, un corto apéndice dedicado a un "héroe olvidado" de la Batalla de Midway: el controvertido capitán de fragata Miles Browning, jefe de estado mayor del almirante Halsey, y que, ante la ausencia de su jefe por enfermedad, sirvió a las órdenes de Spruance durante el importante encuentro.
El libro está a medio camino entre las obras clásicas de Sprange, Lord y Fuchida, y el desmitificador "Shattered Sword". Se nota que está publicado después del simposio sobre la batalla de Midway que tuvo lugar en 1988, y al que acudieron personalidades destacadas japonesas, como el "as" Fujita. Ese encuentro mostró a los estadounidenses que Fuchida estaba bastante desacreditado en el país del Sol Naciente, y que hacía falta integrar en la historiografía de la célebre batalla nuevas fuentes niponas aún sin traducir al inglés.
En definitiva, y antes de irme a dormir, dejadme que os diga que , a pesar de su relativa antigüedad, recomiendo este libro a quienes busquéis información detallada sobre las fuerzas norteamericanas en Midway, en especial sobre los aviadores de ese bando.