jueves, 11 de septiembre de 2008

Midway (2) Una página poco gloriosa

Siguiendo con el asunto Midway, otro de los libros que han caído estas vacaciones ha sido el "The Unknown Battle of Midway. The Destruction of the American Torpedo Squadrons", de Alvin Kernan.

Kernan es otro miembro de la Mesa Redonda de la Batalla de Midway, por lo que, como os podéis figurar, el libro reseñado comparte las tesis revisadas expuestas en el "Shattered Sword" de Pashall y Tully.

Sin embargo, la obra que nos ocupa se centra de nuevo en el bando norteamericano, y en concreto en la perra suerte que corrieron los escuadrones de torpederos con base tanto en los portaviones como en la isla de Midway, masacrados por los Zero de las patrullas aéreas de combate japonesas.

El análisis de Kernan apunta varios culpables. El principal es el propio torpedo que usaban los estadounidenses: un arma fabricada en pequeña escala, de manera artesanal, y cuyos índices de fiabilidad eran completamente impresentables. Tanto es así, que para el lanzamiento se recomendaba que el avión portador del torpedo volase a una velocidad tan lenta y a una altitud tan baja, que la maniobra de ataque era poco menos que un suicidio. Los aviones torpederos americanos tardaban una eternidad en aproximarse a la distancia óptima de lanzamiento, y durante ese largo tiempo solían tener encima a los cazas enemigos, disparándoles poco menos que a placer.


Si a ello se sumaba el hecho de que el Douglas TBD-1 Devastator era un aparato de por sí lento, que volaba como una gallina alicorta cuando iba cargado con su torpedo, y que no disponía de blindaje o sistemas autoobturantes para el combustible, resulta incluso extraño que hubiese aparatos del VT-6 y el VT-3 que lograsen hacer el viaje de vuelta a su portaviones...

Claro, que los torpedos eran una maldición de tal envergadura que hasta aviones robustos y rápidos como los cuatro B-26B y los seis flamantes Grumman TBF-1 Avenger, sufrieron bajas inaceptables al intentar alcanzar a los portaviones de Nagumo... La célebre imagen del único Avenger que logró regresar a Midway, agujereado de quilla a perilla, con las superficies de control deshechas, el artillero muerto, el navegante inconsciente y el piloto herido, habla por sí sola:


Como es sabido, sólo el veterano grupo aéreo del portaviones Yorktown logró atacar más o menos "en bloque" a los portaviones de Nagumo. Los TBD-1 del VT-3, escoltados por seis Grumman F4F-4 Wildcat del VF-3, intentaron torpedear el portaviones japonés Hiryu con idéntico funesto resultado que los anteriores escuadrones: ningún impacto y unas bajas terroríficas, mientras los cazas de Jimmy Thach luchaban por sobrevivir contra un enjambre de Zeros (*). Pero los Douglas SBD-2 y SBD-3 Dauntless del VB-3 alcanzaron la gloria al demoler al Soryu con cuatro impactos de bomba.


Sin embargo, los otros dos portaviones no lograron apoyar a sus escuadrones torpederos: el grupo aéreo del Hornet fracasó a la hora de localizar la escuadra nipona (de hecho, el VT-8 fue el único de sus escuadrones que llegó hasta los portaviones japoneses - y fue aniquilado). El Enterprise envió sus aviones por separado: el VT-6 tuvo bajas catastróficas, los SBD de los VS-6 Y VB-6 terminaron sentenciando al Kaga y el Akagi, pero el destacamento del VF-6 de Jim Gray aparentemente se pasó dando vueltas a 6.000 m de altitud sobre la escuadra nipona, durante UNA HORA , y sin dar apoyo a nadie.

Kernan aborda al final de su libro estas dos delicadas cuestiones:
  • ¿Se perdió realmente el jefe del grupo aéreo del Hornet, Stanhope Ring? ¿Fue su inexperiencia la que le hizo equivocarse al planificar el rumbo a seguir? Se sabe que, ya en el aire, discutió sobre el plan de vuelo con el jefe del escuadrón de torpederos, John Waldron, y éste unilateralmente decidió separarse de la formación y tomar el rumbo que le llevaría a los japoneses (y a la muerte). Pero Ring no dio su brazo a torcer (para ello era el capo) , y acabó perdiéndose en el mar, y haciendo que su grupo tuviese que realizar amerizajes forzosos o regresar a Midway. Pues bien, la reconstrucción que Kernan ha hecho del frustrado viaje de Ring prueba que no siguió el rumbo que afirmó haber seguido tras la batalla. Los aviadores que fueron rescatados del agua estaban en una zona que no pudo haber sobrevolado Ring de haberlo hecho de acuerdo con sus afirmaciones. Ello, y la falta de informe oficial de Ring (sólo Marc Mitscher, a la sazón capitán del Hornet, escribió un informe post-combate), arroja sombras de duda sobre las intenciones del jefe del Grupo Aéreo 8.
  • ¿Qué hizo realmente Jim Gray con su decena de cazas del Enterprise? Tras la batalla afirmó haber sobrevolado la escuadra japonesa durante una hora (suyo fue el primer informe de avistamiento formal que recibieron Fletcher y Spruance desde primera hora de la mañana), y haber puesto proa a su portaviones al no encontrar al resto de su grupo aéreo. Sin embargo, hace unos años, un anciano Gray contradijo estas afirmaciones al declarar que estaba bajo de combustible cuando llegó hasta la Kido Butai y presenció desde las alturas el ataque suicida del VT-8 de John Waldron. No tenía suficiente carburante para ayudar a Waldron, y dio media vuelta sin enzarzarse en combate con los Zero. ¿Cuál de las dos versiones es la cierta? No cabe duda que 10 F4F-4 cayendo desde 6.000 metros con sus seis ametralladoras de calibre .50 tableteando habrían aliviado grandemente los apuros de los Devastator del Hornet. Pero ¿pudieron haberlo hecho? ¿Les faltó combustible, o les faltaron ganas?


En definitiva, un libro curioso. Merece la pena.

(*) A pesar de perder un Wildcat casi inmediatamente, los chicos de Thach no lo hicieron mal del todo: aplicando una nueva táctica ideada por el jefe de escuadrón, lograron abatir varios cazas japoneses, pero al precio de no poder auxiliar a sus aviones torpederos...

GLOSARIO:

VF: escuadrón de caza.
VB: escuadrón de bombardeo en picado.
VS: escuadrón de exploración.
VT: escuadrón de bombardeo torpedero.

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