
Lo que más me ha llamado la atención ha sido cómo Keegan rebate las tesis del militar alemán Carl von Clausewitz. Ya sabéis; eso de que "la guerra es la continuación de la política por otros medios". Para Keegan, esta teoría es una aberración: la política es una cosa, y la guerra, además de una barbaridad, no es continuación de actividad pacífica alguna.

No puedo estar más de acuerdo. ¡Cuánto daño ha hecho al mundo Clausewitz! (Aunque posiblemente haya sido sin proponérselo.)
Por otro lado, es reconfortante que un historiador como Keegan adopte unas tesis tan de sentido común. No todo está perdido.
PD: me ha gustado especialmente el análisis de la gran revolución que supuso la doma y la crianza equina, así como el impacto de las tácticas de los "pueblos del caballo" (las culturas nómadas de la estepa como los hunos, mongoles, turcos, etc.), que durante tantos siglos influyeron y dominaron de forma tan decisiva en la forma de hacer la guerra: caballo, arco compuesto y tácticas de caza montada. ¡Voy a tener que meterme con los libros de René Grousset que llevan acumulando polvo en mis estanterías casi 20 años!

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